Director de cine británico, nacido en Beverly (Yorkshire). Tuvo varias ocupaciones antes de dedicarse al cine: trabajó como funcionario en el Servicio Civil, fue vendedor de espacios publicitarios periodista y director de teatro, experiencias que aplicó después a su labor como director. Además viajó por Australia y Estados Unidos, lo que le permitió tomar contacto con otras culturas, y posteriormente combatió en la Segunda Guerra Mundial. Tras licenciarse por invalidez en la R.A.F. en 1942, entró a trabajar para Variety Films. Allí comenzó como ayudante de cámara y realizó varios documentales antes de estrenar su primera película, Holiday Camp (1947), que dirigió con un tratamiento realista heredado de los documentales. El cuento de “La sirenita”, recogido en la obra de Peter Blackmore, dio lugar a su siguiente título, Miranda (1948), la historia de una sirena que promete devolver al hombre que ha secuestrado si éste le enseña cómo es su mundo. La Segunda Guerra Mundial sirvió como trasfondo a Hotel Sahara (1951), a partir de una historia de George H. Brown, y de la que fue coprotagonizada David Tomlinson, uno de los actores asiduos al cine de Annakin. La literatura fue un punto de partida indiscutible en el cine del director. En 1953 dirigió The Sword and the Rose, según la novela de Charles Major, e hizo florecer de nuevo a los caballeros históricos en el marco de la Inglaterra de los Tudor. En 1955 adaptó la novela de Derrick Boothroyd, Value for Money, una comedia acerca del heredero de una fortuna que conoce a una cabaretera cuando intenta gastarla. El heredero es Chayley Broadbent y la cabaretera, Diana Dors, el equivalente inglés a Marilyn Monroe en cuanto a encarnar el sex-symbol nacional, y también asidua al cine de Annakin. El director se convirtió en uno de los pocos ingleses apreciados por Hollywood y muestra de ello es Third Man on the Mountain (1959), un producto de la factoría Disney basado en la novela de James Ramsey Ullman, y El quinto mosquetero (1979), que ya había conocido anteriores versiones. Pero sin duda el cine de Annakin más extendido trató directamente con el género de aventuras, en ocasiones algo disparatadas. En 1960 dirigió Los Robinsones de los mares del sur, según la novela de Johann David Wyss; reunió a John Mills y Dorothy McGuire en una historia imaginativa rodada en la isla de Tobago, en el Caribe. Annakin dirigió más aventuras marineras en Los piratas (1982), basada a su vez en el musical Pirates of Penzance. El género se completó con un título para amantes de la naturaleza y de las novelas de Jack London, La selva blanca (1972); y con Pippi Calzaslargas (1988), recogiendo el fabuloso texto de la novelista sueca Astrid Lindgren. Aventuras menos convencionales en el género estarán representadas por dos títulos emblemáticos de su cine, Aquellos chalados en sus locos cacharros (1965) y El rally de Montecarlo (1969). En cuanto a la primera, Annakin estuvo trabajando en una historia sobre un vuelo trasatlántico, pero la bancarrota del productor hizo que cambiara de proyecto; aún así, para la película se construyeron veinte aviones sobre modelos de los años 10, con materiales originales y a un precio total de 5.000 libras cada uno. Annakin fue nominado al Oscar como mejor guionista.
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